La Fábrica de sacos de yute de Las Caldas de Besaya (Riocorvo) fue creada en 1892 por el empresario harinero Guillermo Illera como complemento a la actividad exportadora de ese producto a través del puerto de Santander.
Durante varios decenios fue un exponente de la nueva industria textil cántabra, empleando a más de un centenar de personas. A lo largo de la primera mitad del siglo XX sufrió diversos avatares a causa de incendios y fluctuaciones en la materia prima debido a las guerras mundiales, siendo vendida en diversas ocasiones.
A partir de 1946 se hace cargo de la factoría la familia Soldevilla, que la tendrá en funcionamiento durante casi 25 años. La fábrica cerró definitivamente en 1970 debido a la caída en la demanda de sacos de yute, sustituidos por los de otros materiales sintéticos. El grueso de la mano de obra empleada era femenina, por lo que el estudio de los expedientes laborales es muy interesante para el conocimiento de la situación de las trabajadoras en la segunda mitad del siglo XX.